Hay días en los que uno parece que pierde toda su fuerza vital ¿os pasa?
No sucede nada en concreto pero la desidia, el cansancio y un «yo qué sé» te invaden y no te dejan sonreír con libertad, sentirte feliz o ser ajeno al millón de preocupaciones que asolan tu alma.
Hay días en los que parece que todo te supera y no encuentras la luz al final del túnel.
Días en los que te preguntas el porqué de tantas cosas sin hallar respuesta, y sobre todo el porqué de ciertas actitudes que jamás llegarás a entender.
Hay días en los que no quieres hablar con nadie porque ni siquiera sabes qué decir, y días en los que te gustaria coger las cuatro cosas que tienes, echar a andar sin mirar atrás y empezar una nueva vida en cualquier sitio donde no tengas recuerdos que te persigan.
Hay días en los que te crees invencible, y otros muchos en los que simplemente sabes que eres imbécil.
Días en los que te preguntas hasta cuándo vas a permitir que las circunstancias te arrollen sin poner remedio, o al menos, cuándo vas a dejar de mirar a un lado como si la cosa no fuera contigo, esperando que lo que sea que pase desaparezca por sí solo si no lo miras de frente…
Hay días en los que me pregunto por qué no dar ese paso que sabemos necesario pero doloroso si el darlo supone una posible solución y no hacerlo nos produce igual o mas dolor.
Hay días en los que me pregunto qué es realmente estar, cómo se valoran las cosas y si merece la pena lo que cada uno hace para demostrar lo que importa si no depende tanto del emisor como del receptor de semejantes atenciones.
Hay dias en los que a pesar de ser una persona altamente positiva uno lo ve todo gris, y no, esto no tiene nada que ver con la tristeza y sí mucho que ver con el cansancio emocional de estar siempre luchando contra los elementos; de hecho, es más que posible que nada de lo que estoy diciendo tenga sentido o sea importante para nadie salvo para mí.
No lo sé, pero… ¿Importa?
Supongo que no; que en realidad no importa salvo para quien ha vivido momentos similares y que esto no es más que algo anecdótico para quien me lee y posiblemente incluso para mí, cuando consiga que todo vuelva a encajar y logre quitar la enorme pátina de color gris que cubre los colores que me rodean.
Y vosotros cómo veis hoy las cosas ¿colores o grises?
Normalmente, veo mis días llenos de color pero el gris también aparece de vez en cuando. Es normal que suceda y , en ocasiones, hasta puede ser necesario ya que la vida te sitúa en lugares incomprensibles. Gracias por compartir tu reflexión.