He llegado a la conclusión, por mucho que nos quieran convencer de otras cosas, que en realidad y en lo importante, no existe esa amplia gama de colores que intentan vendernos.
Desde todos los frentes posibles se nos insta a creer que las cosas tienen infinidad de puntos de vista, y aunque eso puede ser más o menos cierto en según qué cosas, desde mi experiencia creo que en lo esencial no es correcto.
Para mí las cosas están bien o mal, son verdad o son mentira, no hay más.
He llegado a aceptar que no existen eso que llaman medias verdades, las mentiras piadosas o las cosas bien a medias.
Digamos que he aprendido a no darle tantas vueltas a las cosas, y a dejar de ponerme excusas baratas cuando me debato entre hacer algo o no hacerlo y mis ganas luchan contra mí… ¿conciencia?
Seamos sinceros, cuando nos debatimos entre hacer algo o no hacerlo (moralmente hablando) creo que todos sabemos en realidad lo que debemos hacer, si eso es correcto o incorrecto, y por eso precisamente «luchamos», porque lo sabemos, pero aún así nuestra propia naturaleza humana busca argumentos que justifiquen nuestras acciones.
Supongo que creemos que si llenamos nuestra cabeza de argumentos más o menos válidos justificando nuestras acciones, podremos hacer lo que nos venga en gana sin que los remordimientos nos persigan día y noche… Es algo así ¿verdad?
